
El dragón es un símbolo de transformación interna.
Las fuerzas generadas en el subconsciente, producen formas y colores vicerales, acciones y memorias, cargados de sentimientos primitivos que evocan nuestros lazos con el génesis del unvierso.
Somos contenedores de todas las bestias y criaturas unviersales; rabia, dolor y placer, se convierten en nuestros "Dragones Internos", los dragones que dejamos salir de vez en cuando sólo para ser capaces de domarlos nuevamente.
Somos contenedores de todas las bestias y criaturas unviersales; rabia, dolor y placer, se convierten en nuestros "Dragones Internos", los dragones que dejamos salir de vez en cuando sólo para ser capaces de domarlos nuevamente.
Cuando la metamorfosis interna concluye, nos descubrimos como "otros".
Quizá como seres un poco más evolucionados o por lo menos nos reconocemos en otro nivel espiritual.