miércoles, 15 de diciembre de 2010

D.E.P., Sr. Pastrana.

Hace unas hrs. falleció el Sr. que vivía en el depto. 204. Un hombre mayor, que vivía solo, viudo.
Lo conocí hace como 7 u 8 años, no estoy segura. En ese entonces se encontraba bien, trabajaba, manejaba... pero de 2 años para acá se fué deteriorando físicamente, terminó dejando su trabajo y ya su coche con 23 golpes y llegues, lo dejó hasta el fondo del estacionamiento del edificio.
No recibía muchas visitas, afortunadamente contaba con su hijo, que bien que mal siempre estuvo pendiente de él y le pagaba la renta. Siempre venía con su hijita, de unos 6 años creo, a visitarlo o a salir con él. Nunca vi a la esposa del hijo. Creo que nadie del edificio la vió nunca.
De vez en cuando nos encontrábamos en las escaleras y en el estacionamiento, me saludaba muy amablemente, muy sonriente, aunque en las últimas ocasiones, me confundió con mi mamá.
Yo antes vivía en el primer piso, pero desde finales de agosto de este año me mudé al 3er piso. Las ventanas de mi cocina alcanzaban a tener visibilidad a la sala del Sr. Pastrana. Él no alcanzaba a verme pero yo si lo veía todas las mañanas sentado aprovechando el sol que pegaba a su depto.
Casi siempre se quedaba dormido, pero cuando lo veía despierto, estaba con un semblante tan triste, me sentí tentada de visitarlo muchas veces, pero siempre lo dejaba para después... Lo hubiera hecho.
Hoy vino su hijo por él e iban bajando juntos las escaleras, cuando me los topé y cuando ya llegaron a la planta baja, se quejó un poco, se desvaneció y se cayó al suelo, su hijo estuvo ahí y lo detuvo hasta el útlimo momento. Fué muy rápido, ya un vecino había llamado a la ambulancia, pero demasiado tarde. Ya era su momento.
La sensación que tuve fué muy parecida a otra ocasión que me tocó ver como moría una persona, aunque fueron circunstancias totalmente distintas.
Vivía en la ciudad de Querétaro, eran como las 5 de la tarde más o menos, yo estaba arreglando las fotos de una boda y en eso Lupe, la sra. de la limpieza, me empezó a gritar que había unos hombres peléandose afuera. Yo escuchaba escándalo pero creí eran unos chavos de la colonia haciendo desmadre.
Me asomé y justo enfrente de mi casa, estaban dos hombres forcejeándo, el mayor gritaba ayuda ayuda! Lupe y yo nos quedamos pasmadas, mi cerebro aún no captaba lo que estaba sucediendo.
En cuestión de segundos, el otro hombre le dió un último piquete con un como cuchillo en el cuello del hombre mayor, volteó a vernos... no pude olvidar esa cara por mucho mucho tiempo... acto seguido se subió a su coche y se arrancó.
Estoy hablando de literal segundos en lo que todo esto pasó, pero en mi cabeza se sintió eterno y lo peor es que había una fuerza que no me dejaba actuar, sólo pude reaccionar en cuanto arrancó el asesino.
Me acerqué al sr. mayor y me dí cuenta que estaba chorreando sangre del cuello, se quiso levantar, le dije que no lo hiciera que se mantuviera acostado, le pedí a Lupita que fuera corriendo por una toalla y que le avisara a Manuel (mi ex marido) que le hablara a la ambulancia.
Salió de la regadera Manuel corriendo con una toalla y se la colocó en la hemorragia, mientras tanto le hablaba al sr. preguntando su nombre, que si sabía quien era el que se acababa de ir, si tenía hijos.... mucha gente de la calle ya había salido, yo desesperada me paré y empecé a gritar y la ambulancia?, porqué no ha llegado la ambulancia?? alguien me contestó que ya varios habían estado hablando pero que tuvieramos paciencia porque no había disponibles....
Regresé con Manuel y el hombre herido, ya estaba inconsciente... no contestaba, no supe qué mas hacer, así que corrí a la avenida por donde seguramente podría ver cuando llegara la ambulancia. la policía ya había llegado, pero ninguna ambulancia.
Pasaron 27 minutos hasta que llegó una ambulancia, el hombre ya había muerto, empezaron a hacer preguntas... yo di las placas y la descripción del hombre que lo había asesinado.
Tuve que ir al ministerio varias veces, fué una situación muy dura y sinceramente yo siempre dormía con miedo, porque tardaron mucho en atrapar al asesino y yo temía que fuera a regresar.
Ahora que lo recuerdo, creo mis problemas serios con mi ex empezaron ahí. Él siempre salía en las noches y no dejó de hacerlo a partir de este suceso, yo le pedía que no lo hiciera porque no me gustaba quedarme sola, le valió... ahí me di cuenta que no contaba con él.
Por fin encontraron al asesino, en esos días yo vine al D.F., luego me enteré que lo liberaron... ya no regresé. Me operaron, luego decidí separarme y al año aproximadamente, me divorcié.
Estuve con un sentimiento de culpabilidad por muchos años, pensando en que debí de haber hecho más, debí de haber reaccionado, de haber hecho algo para evitar que muriera. Me odié por haberme quedado petrificada sin entender qué pasaba.
Ese sentimiento lo volví a sentir hoy, no sé porqué.
Ver morir a alguien es una sensación espantosa, te simbra en la realidad de que todos vamos para allá, por eso hay que vivir lo mejor que podamos nuestras vidas, por eso hay que aprovechar que podemos hacer cosas por las personas que queremos mientras estés y estén vivos.
D.E.P., Sr. Pastrana.